El entrenador no mostró signos vitales durante los noventa minutos. Sentado en el banco, sin dar indicaciones, sólo veía pasar la hora y el partido. En fin, una nueva derrota. Resignado, resentido, vencido, fuera de foco se lo vio luego en la conferencia de prensa. Miguel Ángel Russo no tenía ganas de explicar la mala noticia que se escribió en la noche en el Cilindro. Carecía de voluntad para argumentar, para fundamentar lo sucedido. Ni tuvo intenciones de usar sus frases hechas para paliar la situación. Apenas criticó la decisión del asistente de Maglio en la anulación del legítimo gol de Teófilo Gutiérrez. Así, sólo se entregó a la verdad.
“Nos costó el principio. Banfield hizo las cosas mejor que nosotros. Nos taparon la salida y defendieron muy bien. Nos costó encontrar el ritmo del partido; lo encontramos demasiado tarde, después de los 35 minutos del primer tiempo. No discuto los merecimientos del rival”, dijo. Aunque para él “el segundo tiempo fue otra cosa. Habíamos anunciado algo al final del primer tiempo, pero no alcanza. El gol de Teo (anulado por el juez de línea) nos hubiese cambiado mucho las cosas, porque faltaba mucho. Levantar un 2-0 hubiese sido importante”. Y sobre el error arbitral añadió: “Es un caso más de los muchos que nos ha tocado”.
Continuó analizando el encuentro: “Hicimos algunas cosas bien. Después de los 35-38 minutos del primer tiempo, Racing me gustó, porque empezaron a anticipar los del fondo, a meter arranque. Pero no estuvimos finos en los últimos 20 metros. Nos costó el traslado de la pelota, la precisión. En ese momento, el rival, sin hacer nada, se encontró. Ni el rival ni nosotros creamos tantas situaciones de gol. Nosotros no tuvimos la aceleración necesaria. Repito: la jugada que anulan a Teo es puntual”. Y sentenció: “No tuvimos una noche con todas las luces”.
Enseguida, también encontró respuesta para el bajón del equipo en esta etapa del Clausura. “Nos cuesta volver al ritmo natural, hasta que nos acomodamos. No me gusta ir cambiando permanentemente. Pero este año tuvimos lesiones, expulsiones, amonestaciones y yo me quedé sin la posibilidad de repetir el mismo equipo. Y eso se siente. Los jugadores salen en un nivel y no vuelven en el mismo hasta que se acomodan”, manifestó. Y agregó: “Los distintos cambios nos van minando”.
Russo no pierde esperanza, confía en lograr la clasificación a la Copa Sudamericana. “Todos tienen que jugar todavía”. Sin embargo, por último, no se guardó nada: “Indudablemente, dejamos pasar situaciones, porque este equipo tendría que tener como mínimo cuatro o cinco puntos más. Me preocupan los partidos que perdemos de local. Algunos con merecimientos y otros no. Las campañas son de local”.
“Nos costó el principio. Banfield hizo las cosas mejor que nosotros. Nos taparon la salida y defendieron muy bien. Nos costó encontrar el ritmo del partido; lo encontramos demasiado tarde, después de los 35 minutos del primer tiempo. No discuto los merecimientos del rival”, dijo. Aunque para él “el segundo tiempo fue otra cosa. Habíamos anunciado algo al final del primer tiempo, pero no alcanza. El gol de Teo (anulado por el juez de línea) nos hubiese cambiado mucho las cosas, porque faltaba mucho. Levantar un 2-0 hubiese sido importante”. Y sobre el error arbitral añadió: “Es un caso más de los muchos que nos ha tocado”.
Continuó analizando el encuentro: “Hicimos algunas cosas bien. Después de los 35-38 minutos del primer tiempo, Racing me gustó, porque empezaron a anticipar los del fondo, a meter arranque. Pero no estuvimos finos en los últimos 20 metros. Nos costó el traslado de la pelota, la precisión. En ese momento, el rival, sin hacer nada, se encontró. Ni el rival ni nosotros creamos tantas situaciones de gol. Nosotros no tuvimos la aceleración necesaria. Repito: la jugada que anulan a Teo es puntual”. Y sentenció: “No tuvimos una noche con todas las luces”.
Enseguida, también encontró respuesta para el bajón del equipo en esta etapa del Clausura. “Nos cuesta volver al ritmo natural, hasta que nos acomodamos. No me gusta ir cambiando permanentemente. Pero este año tuvimos lesiones, expulsiones, amonestaciones y yo me quedé sin la posibilidad de repetir el mismo equipo. Y eso se siente. Los jugadores salen en un nivel y no vuelven en el mismo hasta que se acomodan”, manifestó. Y agregó: “Los distintos cambios nos van minando”.
Russo no pierde esperanza, confía en lograr la clasificación a la Copa Sudamericana. “Todos tienen que jugar todavía”. Sin embargo, por último, no se guardó nada: “Indudablemente, dejamos pasar situaciones, porque este equipo tendría que tener como mínimo cuatro o cinco puntos más. Me preocupan los partidos que perdemos de local. Algunos con merecimientos y otros no. Las campañas son de local”.
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